mardi 28 mai 2013

La economía popular en los países del Sur

 
La mayor parte de los sectores populares han sido reagrupados en las barriadas por causa de un complejo fenómeno de segregación espacial en las ciudades del Sur. Ellos despliegan sus energías en actividades productivas y comerciales fuera de todo marco legal o con algunos pocos componentesformales. Ellos se propusieron encontrar una manera propicia de desarrollo familiar y comunitario haciendo frente a un medio metropolitano excluyente. La vida económica en las barriadas de los países del Sur se desarrolla sobre todo por la vía de la economía popular, una suerte deotra economía. Teniendo en cuenta las diversas interpretaciones dadas al términoeconomía popular, se hace necesario precisar las definiciones y los diferentes términos asociados.

Cattani (2004, p. 1-37) describe varios componentes de aquello que llamala otra economía; para él, la economía popular es uno de esos componentes. Es así que el comercio equitativo, el consumo solidario, la economía social, las cooperativas de trabajo, la economía solidaria, la empresa ciudadana, las finanzas solidarias, etc., representan en conjunto aquello que él llamala alternativafrente a la economía de la globalización. Sin embargo, la controversia subsiste sobre el verdadero rol de la economía popular en el contexto del mundo post-industrial.

Según Favreau y Fréchette (2002b, p. 83), la emergencia de una economía llamadapopularse apoya sobre las relaciones entre vecinos y los compromisos asumidos por los pobladores frente al desafío del desarrollo local comunitario; la reciprocidad se confirma como la maneranaturalde afrontar el rigor de las condiciones de vida de una barriada que acaba de formarse. Poco a poco, la evolución de una nueva barriada producirá las instituciones necesarias para su sostenibilidad.

La Cátedra de Investigación Canadiense en Desarrollo de Colectividades (CRDC por sus siglas en francés) da una definición de economía popular muy ligada al desarrollo local:

La noción de economía popular introduce la idea de que hay actividades socioeconómicas (pequeña producción mercantil) que no están inscritas esencialmente en una lógica de utilidades, sino sobre todo en una lógica de subsistencia y de relaciones sociales de reciprocidad (familias y redes vecinales), así como también en una lógica de producción orientada a obtener un excedente, no a partir del capital de un propietario privado, sino del trabajo hecho en común por algunos, a veces muchos, para satisfacer las necesidades básicas de una familia o de un pequeño grupo de trabajadores (CRDC, 2007, nuestra traducción).

En nuestra opinión, la noción de la CRDC no tiene en cuenta la evolución de las empresas populares y su crecimiento, un fenómeno que viene a apoyar la idea de la evolución de las barriadas y la emergencia de nuevas ciudades. En pocas palabras, la noción de la CRDC describe claramente la aparición de un tejido empresarial popular en una barriada donde la lógica de sobrevivencia y subsistencia es dominante, pero no la evolución de esta economía popular hasta convertirse en un importante pilar del desarrollo local.
 
Por su parte, Sarria y Tiribia (2004, p. 173) proponen una definición de economía popular más amplia que aquellas dadas por Favreau y Fréchette (2002b, p. 83) y Cattani (2004, p. 1-37):

La economía popular es el conjunto de actividades económicas y prácticas sociales desarrolladas por los sectores populares con miras a garantizar, a través de la utilización de su propia fuerza de trabajo y de los recursos naturales disponibles, la satisfacción de las necesidades básicas, tanto materiales como inmateriales (Sarria y Tiribia, 2004, p. 173)


La estructura de la economía popular (cuadro 1.1) que ha sido propuesta por Calcagni y Razeto (1989), citado por Nyssens (1997, p. 177) y por Favreau y Fréchette (2002a, p. 100), permite aclarar su significado.

Cuadro 1.1 La estructura de la economía popular [del Sur]
 Fuente: Calcagni y Razeto (1989), citado por Nyssens (1997, p. 177, nuestra traducción) y por Favreau y Fréchette (2002a, p. 100, nuestra traducción)

El cuadro se corresponde con la definición de Sarria y Tiribia (2004, p, 173) y el sentido que nosotros damos a la noción de economía popular. Las iniciativas extralegales o informales individuales pueden convertirse parcialmente o completamente en legales, aunque este proceso sea largo y difícil. La economía popular y solidaria de la que hablan Favreau y Fréchette está en la primera columna (organismos de la economía popular) y, en términos de solidaridad familiar, en la segunda columna.

La economía social y solidaria que puede ser parte de la economía popular fue definida en el segundo encuentro internacional sobre la globalización de la solidaridad (Québec, octubre 2001):

La economía social y solidaria está comprometida en la elaboración de respuestas innovadoras a los problemas hechos evidentes por la globalización. Ella participa en la construcción de una nueva manera de vivir y de pensar la economía. Mediante decenas de proyectos, la sociedad civil se reconstruye principalmente por el movimiento asociativo de los países del Norte y del Sur, traduciendo así cada uno a su manera la aspiración de otra globalización [] La economía solidaria se apoya en la cooperación, la ayuda mutua y la acción colectiva. Ella coloca la persona humana en el centro del desarrollo económico y social. La solidaridad en economía reposa sobre un proyecto a la vez económico, político y social, que entraña una nueva manera de hacer política y de establecer las relaciones humanas sobre la base del consenso y del accionar ciudadano (CRDC, 2001, Declaración de Québec, nuestra traducción)

Recordemos que el componente de solidaridad no forma parte necesariamente de todas las actividades de la economía popular. Es el caso de las iniciativas informales individuales y de las pequeñas empresas familiares sin vínculos con organizaciones comunitarias.

En pocas palabras, la economía popular cubre muchas actividades económicas con un carácter más o menos solidario, pero al origen siempre con el objeto de enfrentar el problema de la pobreza extrema. Así, en este contexto, el rol del empresario popular se confirma fundamental en la complejidad del fenómeno dela otra economíay más específicamente de la economía popular. Sin embargo, la definición de empresario popular se mantiene difusa a pesar de su utilización frecuente en el mundo de la investigación, de las finanzas del desarrollo e incluso en lo cotidiano. Paul Maquet (2004) hace alusión a las características étnicas y culturales diciendo, por ejemplo, que las empresas populares revelan una distancia sociocultural relativamente pequeña entre el empresario y su fuerza de trabajo,lo que es nuevo en el Perú, donde el empresario tradicional es blanco, de cultura occidental, y mantiene una relación muy distante con los trabajadores(p. 7-8). Además, Maquet (2004, p. 9) considera que la percepción que los empresarios populares tienen de la categoríaempresariono guarda ninguna relación a una situación de clase.

Estos conceptos deben adaptarse a la realidad latinoamericana y más precisamente a la realidad de las barriadas. Según De Soto, la adhesión de ciertos actores sociales a un modelo de desarrollo comunitario sólo durará hasta alcanzar un cierto grado de bienestar, de dinamismo económico y de estabilidad social, lo que implica a su vez dirigirse hacia un proceso llamado deformalización, a menudo el acceso a la propiedad formal (De Soto, 1986, p. 60-61). Así, en este caso, se trata de iniciativas populares de economía informal y de desarrollo comunitario que, una vez alcanzado un mayor desarrollo, se integran a una lógica más individualista.

En los inicios de las barriadas, casi todas las actividades populares son extralegales o informales.

El sector informal se presenta también como una solución eficaz a una escasez de empleo o a la carencia de calificaciones suficientes [] el sector informal encuentra una justificación social en la medida que asegura el mantenimiento de actividades tradicionales, confiere a ciertos individuos una función en el seno de la sociedad [] y responde a las necesidades de minorías a menudo ignoradas (Arellano, Gosse y Verna, 1992, p. 43, nuestra traducción).

Según Sarria y Tiribia (2004, p. 183-184),  la economía popular jugaría un rol ambiguo puesto que existen ejemplos donde ellacontribuye a la implementación del proyecto neoliberal, basado en la reestructuración productiva y en la flexibilización de las relaciones entre capital y trabajo; de otro lado, según Núñez (1995), citado por Sarria y Tiribia (2004, p. 184), el hecho de asociarse en organismos de economía popular autogestionaria esla única manera por la cual los productores-trabajadores-populares, sin convertirse en capitalistas, podrán emprender una estrategia de mercado e intentar competir con el capitalismo y su economía de escala.

En suma, la economía popular es al principio la consecuencia de una estrategia de sobrevivencia de los sectores excluidos de la sociedad; después, puede convertirse en todo un savoir-faire, y puede encontrar una justificación social para su difusión y casi su perpetuación, a pesar de sus eventuales componentes deilegalidad. Pero también, la economía popular puede convertirse enla base de un nuevo desarrollo:

En muchos países del tercer mundo, una parte crecientey a menudo mayoritaria- de la población trabaja fuera de todo marco legalel poderoso sector informal de los países pobres del tercer mundo puede ser la base de un nuevo desarrollo (De Soto, 1994, nota del editor, nuestra traducción)

La urbanizacióndemente(Favreau, 1997, p. 422-423) de América Latina es la historia común y corriente de todos los países latinoamericanos. Los países del Sur han sufrido el proceso de urbanización sin una industrialización suficiente, contrariamente a lo sucedido en los países desarrollados. Así, en los países ricos se trata deuna urbanización hacia la metropolización(Champagne, 2002, p. 35), y en los países pobres de la metropolización que sucede a veces en paralelo o antes de la urbanización de los terrenos en la metrópolis. A pesar de todo, en cada uno de estos países, principalmente en América Latina, ha emergido un sector llamadomoderno, pero que excluye al campesinado y a los obreros pobres o en desempleo e incluso a cierta parte de la clase media desfavorecida.
  
De este modo, los excluidos que son puestos fuera de lamodernidad, llevados hacia la periferia de las metrópolis latinoamericanas, van a formar parte e incluso convertirse en protagonistas de un fenómeno político, económico y social extraordinario que ha trastornado profundamente la vida de cada país en todos sus aspectos, es decir el llamadodesborde popular(Matos Mar, 1988, p. 17-19). Retomamos entonces más específicamente la emergencia de la economía popular como una fuerza cada vez más importante en la vida económica del país. Así, la economía popular esuna respuesta popular espontánea y creativa ante la incapacidad estatal de satisfacer las aspiraciones más elementales de los pobres(Vargas Llosa, 1986, p. xviii). Veamos ahora los diferentes aspectos de la economía popular.

En el dominio de la economía llamadapopular, otros autores además de Favreau y Fréchette han aplicado diversos enfoques a fin de abordar mejor su complejidad en el marco de la dinámica urbana, principalmente en los países del Sur. Así, Odile Castel (2003, p. 4-5) propone desarrollar una nueva grille de lectura de las actividades económicas basadas en losmotivosdel desarrollo de la economía para consolidar mejor el concepto de economía popular solidaria. Por su parte, Rob Davies (1979, citado por Portes, 1981, p. 230) opta por analizar las relaciones entre la informalidad y la formalidad. De otro lado, Bromley y Gerry (1979, p. 3-26) proponen un mejor entendimiento de la informalidad a partir del estudios de las diferentes categorías de empleosinformaleso casual-work.