mardi 30 juillet 2013

El antagonismo entre la solidaridad social y la creación de mercados

Elprimer piso del desarrollotal como lo ha definido Braudel1 (1980, citado por Favreau, 2002b, p. 66-67), se trataría de una economía de sobrevivencia y de subsistencia cuando una barriada se inicia. La solidaridad juega entonces un papel central. Así, la hipótesis del historiador peruano Alfonso Klauer sobre la generalización de las prácticas de reciprocidad en las antiguas civilizaciones basadas en la agricultura deviene, por analogía, aplicable a la realidad de una nueva barriada. El autor considera que las prácticas solidarias lucen casinaturalesen un medio en igualdad, donde no hay clases sociales distintas y la reciprocidad deviene indispensable y sin sustituto en el sembrado, las cosechas y la construcción de las primeras viviendas (Klauer, 2003, p. 162-164). En el caso de las barriadas, el sembrado y las cosechas son equivalentes a los trabajos comunitarios al inicio de una habilitación urbana de un terreno desprovisto de servicios de base y de infraestructura.
Siguiendo el paralelo con Braudel, a medida que la barriada crecía, las actividades devenían más complejas y es así que se muestran los primeros signos dediferencias de clase social. La economía de mercado local emerge como el segundo piso. Es el momento propicio a la aparición de nuevas tendencias en la economía, aunque la solidaridad permanecerá vigente en algunos espacios, será cada vez menos importante en el contexto de la comunidad.

Así, la evolución hacia una economía de mercado podría ser inevitable y el tercer piso de Braudel llamado “economía-mundo”, en el caso de una barriada que se ha convertido en una nueva ciudad emergente, será un proceso de integración con otros mercados emergentes, con el mercado llamado “moderno” de la metrópoli más cercana e incluso el mercado regional o nacional y, por consiguiente, el mercado mundial.

En el proceso de transformación de una barriada en nueva ciudad emergente, siguiendo las etapas de desarrollo de Braudel, apreciamos el supuesto antagonismo entre la solidaridad y el mercado. Es posible repensar este antagonismo notando la oposición entre estos dos enfoques según tres pares de conceptos:

1.- La lucha contra la pobrezaversusla creación de riqueza
2.- La teología de la liberaciónversusla teología de la prosperidad
3.- La solidaridad socialversusla creación de mercados.

Veamos más de cerca estos seis conceptos asociados de dos en dos. En el pensamiento dela lucha contra la pobreza, la investigación sobre las experiencias de desarrollo local comunitario indica una fuerte relación con los principios de la economía solidaria. Contrariamente a ello, a partir de la experiencia de desarrollo local y la economía popular en Senegal, Sambou Ndiaye afirma que el éxito no se obtiene luchando contra la pobreza, sino sobre todo trabajando en una perspectiva de creación de riqueza:
Las [iniciativas económicas populares] IEP oscilan entre la dinámica de la lucha contra la pobreza y la de la creación de riqueza [] las IEP parecen ser víctimas de una herencia así como de una visión que reserva la creación de riqueza a lo privado y a las instituciones públicas [] las formas más apropiadas de cooperación al desarrollo serán aquellas que tendrán éxito en [] orientarse más hacia una perspectiva de creación de riqueza que hacia una de lucha contra la pobreza, con un acento particular en actividades productivas (Ndiaye, 2003, p. 56-64, nuestra traducción)

En relación a la religión, en el mismo texto mencionado anteriormente, Favreau y Fréchette (2002b, p. 12) comentan el rol que los militantes cristianos han jugado en materia de formación de líderes en el proceso de desarrollo de los organismos comunitarios, en el marco de las nuevas tendencias de la Iglesia Católica, tales como la doctrina social de la iglesia y la teología de la liberación (de inspiración marxista, una distorsión según sectores conservadores de la Iglesia, quienes la han rechazado). Pero en los últimos años, habría emergido otra corriente religiosa no católica (al menos en sus inicios) que se llamateología de la prosperidady que pone énfasis en la responsabilidad individual. En un estudio sobre las barriadas de Haití, Jean Goulet señala:

Los pobres de las barriadas le dan la espalda al catolicismo y se adhieren masivamente al mensaje de la teología de la prosperidad [...] considerada como de inspiración norteamericana, podría resumirse en la frase siguiente: Dios nos ha provisto de recursos y nosotros tenemos la responsabilidad, con su ayuda, de ponerlos a producir (Goulet, 2004, p. 5, nuestra traducción).

En lo que concierne al tercer par, con el desarrollo de las barriadas y sus transformaciones, la importancia económica relativa de las nuevas ciudades se incrementa. Así, el acceso al crédito que era imposible antes, salvo con los esfuerzos solidarios a pequeña escala de organismos no gubernamentales y de redes sociales de ayuda mutua entre amigos y parientes, es ahora una realidad con la aparición de un mercado rentable de crédito popular gracias al trabajo de lasCajas de Ahorro y Créditoe incluso de los bancos denominadostradicionales(CMACAQP, 2003, p. 11).



Hablamos entonces denuevos mercados. Las practicas de solidaridad social y de democracia participativa devienen algo menos presentes según la opinión de ciertos sectores de la población. Las ideas de De Soto son confirmadas en parte, al menos en referencia a cierta casuística:

[en 1980] las evidencias demostraron que lo que la gente deseaba era una propiedad privada y que su interés por modelos socializados de comunidad era más bien retórico (De Soto, 1986, p. 55)

Otra opinión, escéptica y crítica, sobre las prácticas de desarrollo local comunitario basadas en la solidaridad y la ayuda mutua es dada por Mario Polèse:

[] todo el mundo, o casi todo, invoca el desarrollo local. Como fórmula de promover una causa, debemos hablar de un éxito envidiable de marketing [], mis intenciones a propósito del desarrollo local serán muy críticas. Es verdad que los antiguos creyentes son a veces los más duros [] el desarrollo local es presentado como un modelo alternativo al modelo neoliberal, base segura del valor comunitario de ayuda mutua, por oposición a los valores individualistas de competencia salvaje [...] el desarrollo local [...] está presente como una idea de izquierda [...] [Como] el sueño socialista no ha funcionado a nivel de la nación [...] [debemos] construirlo a nivel de las regiones, de las comunidades [...] el sueño de un modelo de desarrollo construido sobre valores alternativos es terco: ha encontrado un nuevo espacio de expresión (Polèse, 1996, p. 321-335, nuestra traducción).


1 Este investigador ha desarrollado la tesis de una economía a tres pisos o niveles en la historia: 1.- Una economía de subsistencia, el ‘rez-de-chaussée’ (planta baja) o primer nivel, que es una economía básicamente informal; 2.- Una economía de mercado local, el « segundo piso »; 3.- Una economía-mundo, en el piso superior.